Este 28 de mayo se diferencia sustancialmente al mismo día del año 2005, momento en el que se presentó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito de manera oficial. Gracias a los años de lucha y organización, 17 años más tarde Argentina cuenta con la Ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo, sancionada en diciembre de 2020.
De esta forma, la Campaña se convirtió en una referencia de construcción colectiva tanto en Argentina como en el resto del mundo. La onda expansiva de la marea verde llegó a los rincones más recónditos con sus característicos pañuelos y su premisa constitutiva: el aborto tiene que ser legal y accesible para todas las personas gestantes.
En su nuevo aniversario, coincidente con el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, recordamos sus orígenes y reivindicaciones en diálogo con articulantes y militantes de toda la Argentina, quienes también enumeraron cuáles son las próximas luchas del movimiento feminista.
– ¿Cómo surgió la idea de crear la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito? ¿De dónde nace su perspectiva transversal y plural en términos políticos?
– Maria de los Angeles Guerrero, articulante por la provincia de Santa Fe: La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito fue presentada oficialmente el 28 de mayo de 2005, pero ya se venía armando en los entonces llamados Encuentros Nacionales de Mujeres. Por ejemplo, en 2003, que fue el Encuentro en Rosario, fue la primera vez que salimos con los pañuelos verdes a marchar.
Allí participamos de los talleres de salud, donde no se hablaba específicamente del aborto, sino que entraba dentro de esa área. Había organizaciones, como la Comisión por el Derecho al Aborto o Católicas por el Derecho a Decidir, que se pusieron de acuerdo en la necesidad de generar una Campaña Nacional que ampliara el marco normativo.
Recordemos que en 1990, Argentina había sido sede del 5° Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, donde se decidió que el 28 de septiembre sea el Día por la Despenalización y la Legalización del Aborto en América Latina y el Caribe. Este fue un hito de la historia de la lucha por el derecho a la interrupción del embarazo.
Hacia los inicios del 2000, la Campaña recogió esas experiencias de los Encuentros Nacionales de Mujeres y de las organizaciones que ya venían militando específicamente por el derecho al aborto. Así se conformó con el objetivo claro de tener una Ley. Hasta ese momento y desde 1921, en Argentina teníamos un modelo de despenalización por causales que permanece vigente hasta hoy.
En ese entonces, la prácitca se consideraba en circunstancias de peligro para la salud o la vida de la persona gestante, o en caso de que el embarazo sea producto de violencia sexual. Veíamos que ese marco legal era insuficiente, incluso hasta 2012, cuando tuvo lugar el fallo FAL de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ya que los casos todavía se seguían judicializando.
La Campaña surge así de experiencias y de encuentros feministas, donde debatíamos sobre cómo ampliar el marco del derecho para las personas gestantes que decidían abortar. Es una articulación que se pensó de manera federal y transversal desde sus inicios. Nunca nos adherimos a ningún partido político en especial, ya que entendíamos que lo que teníamos que hacer era interpelar a todos los poderes del Estado y a todas las fuerzas que eventualmente ocuparían un un rol dentro de él, para que el derecho al aborto sea ley.
A lo largo de estos 17 años de Campaña desarrollamos un modo de hacer política que tiene que ver con la horizontalidad, con tomar las decisiones y definiciones más relevantes en instancias plenarias, escuchando todas las voces por igual. Si pensamos en los ocho proyectos de ley que presentamos hasta la sanción definitiva, vemos que muchas compañeras feministas volcaron allí sus conocimientos en medicina y en leyes.
La ley del aborto nació de las bases militantes y feministas. No sólo impulsamos la normativa en las calles, sino que también tiene mucho de nuestras letras, las que pusimos todos estos años.
– ¿Cómo se concretó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo? ¿Cuáles fueron los aciertos y errores en ese proceso?
– Aranzazú Guevara, militante de la Campaña en Salta: La Campaña tuvo como gran acierto la capacidad de articular a nivel federal los distintos niveles del quehacer político. Es decir, se preocupó tanto por el activismo callejero, los medios de comunicación, las redes sociales, la incidencia político-partidaria, legal e internacional, y destacó compañeras en cada una de esas tareas. A través de este activismo multidimensional logró la despenalización social del aborto y la convocatoria a una marea verde, que excedió por mucho los límites del activismo organizado.
Otro acierto fundamental fue haber sostenido en todo momento la transversalidad político-partidaria. También fue un gran éxito haber redactado tempranamente un proyecto de ley, haberlo seguido presentando cada vez que perdía estado parlamentario e ir incorporando en el mismo los avances fruto del debate colectivo. Esto permitió a la Campaña “marcar la cancha” en cuanto a qué tipo de ley necesitábamos y cuáles eran los pisos que no íbamos a negociar.
El principal error, desde mi punto de vista, fue no haber incorporado más profundamente desde el discurso la experiencia de los acompañamientos en aborto que se dieron dentro de la Campaña y la herramienta fundamental del aborto medicamentoso. Por un lado, esto dificulto la discusión en torno a los costos de la interrupción del embarazo y sus implicancias en la salud pública. Por el otro, la ley actual sigue otorgando poder al sistema médico, quedando por fuera de la legalidad las prácticas autogestivas.
– Martina Ferreto, articulante de la Zona Norte del conurbano bonaerense: La Ley 27.610 de acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo fue el resultado de un sinnúmero de estrategias que hemos desplegado desde la Campaña de las cuales fueron centralmente tres ejes estrechamente relacionados: el trabajo de cabildeo dentro del Congreso Nacional para sumar apoyos al proyecto; toda la organización territorial de movilizaciones callejeras, la logística y creatividad para que fueran actividades y manifestaciones de impacto y convocantes año tras año; y las estrategias comunicacionales de presencia cada vez más amplia en las redes sociales, los medios masivos e independientes, la difusión de argumentos y sensibilidad social sobre el tema.
El objetivo de lograr una ley como la 27.610 fue cumplido pero como punto de partida, es un piso mínimo necesario y fundamental. El triunfo de la ley es prueba fiel del constante y múltiple trabajo que se fue haciendo durante todos los años de la Campaña. Los errores probablemente fueron muchos como parte de cualquier camino por eso los asumimos cómo aprendizajes porque todo es experiencia acumulada. En especial los esfuerzos que conlleva la construcción colectiva de una articulación federal y transversal de diversas organizaciones y activistas.
Y así los aciertos también fueron muchos. El recurso pedagógico que logramos, la mayoría de los artículos de la ley llevan la letra y los argumentos que construimos desde la Campaña para lograr además la despenalización social del aborto. Sacarlo de la clandestinidad, quitarle el estigma, la vergüenza, la culpa. Logramos que aborto sea sinónimo de decisión, de posibilidad, de autonomía y libertad.
Las redes que tejimos es otro de los grandes aciertos. Las Socorristas en Red, Feministas que abortamos, la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, la Red de Docentes por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, la Red de Cátedras Universitarias y en algunas provincias Redes de estudiantes. Son el saldo organizativo y de redes de acceso elementales para consolidar el derecho.
– La Campaña sigue funcionando después de haber conquistado su objetivo principal: la legalización del aborto en Argentina. ¿Por qué esto es así? ¿Cuáles son las tareas de acá en adelante?
– María José Morales, articulante en la provincia de Tucumán: Si bien la Campaña logró su objetivo principal, que era la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, ahora nos queda luchar por su efectiva implementación en todo el país. Esta Campaña sigue activa y movilizada porque exigimos que se implementen las leyes de Educación Sexual Integral, anticoncepción y aborto voluntario en toda la Argentina y porque queremos que dejen de perseguir a quienes garantizan derechos. Le reclamamos a todos los gobiernos que destinen presupuestos suficientes para que contemos con equipos de salud capacitados que garanticen la práctica en condiciones sanitarias dignas y respetuosas de nuestros derechos humanos.
Otra prioridad en la agenda de la Campaña es la liberación de quienes están presas por abortar: en nuestro país hay 1532 mujeres criminalizadas por aborto y un tercio de ellas están presas, según los registros de Libres Las Queremos. Esto sucede a pesar de las leyes existentes, es decir que hay un incumplimiento de la normativa vigente por parte de poderes judiciales que criminalizan y buscan disciplinarnos.
Además, es fundamental que difundamos la Ley para que todas las personas con capacidad de gestar sepan cómo se solicita un aborto, qué situaciones son aceptables y esperables y cuales no. La difusión y el acceso a la información conforman otro de los reclamos que tenemos hacia el Estado, porque nadie puede gozar de un derecho que no conoce.
– Aranzazú Guevara, Salta: En el marco de la resistencia a la aplicación de la ley, sectores antiderechos se están organizando para hacerla caer. En este marco de acciones han logrado que se procese a Miranda Ruiz, una médica de Tartagal, provincia de Salta, por practicar un aborto legal. Esta causa, totalmente armada y carente de fundamentos, es un claro intento de disciplinamiento a quienes garantizan derechos, y requiere que aunemos fuerzas para que se logre su sobreseimiento y para sentar un precedente para que estos intentos reaccionarios no se perpetúen.
– El 28 de mayo es el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. ¿Cuáles son las conquistas más importantes en esta materia? ¿Cuál debería ser la agenda en relación a la salud integral de las mujeres en su diversidad?
– Martina Ferreto, Zona Norte del Conurbano: Nuestra conquista más importante definitivamente es la Ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo, porque es la que reconoce nuestra soberanía en la toma de decisiones, garantizando condiciones sanitarias, de derechos y sin discriminación para su acceso.
Es una ley que además recupera otras conquistas que hacen parte del triunfo, ya que pudo generarse, emerger y manifestarse de la manera en que se hizo por todo el trabajo subterráneo de décadas. Fuimos protagonistas de la Marea Verde que se gestó al calor de todas nuestras movilizaciones en Argentina, en Latinoamérica y en el mundo.
– María de los Ángeles Guerrero, Santa Fe: Argentina tiene leyes muy importantes, como la ley de Salud Sexual y Procreación Responsable, la de Salud Mental, la de Derechos del Paciente, la Ley Matrimonio Igualitario, Identidad de Género, de Educación Sexual Integral, la ley de Prevención, Erradicación y Sanción de la Violencia hacia las Mujeres; tiene tratados de derechos humanos en relación a las mujeres con jerarquía constitucional, etcétera.
Hay un gran avance en materia legislativa en Argentina con respecto a lo que a lo que es la salud de las mujeres, sobre todo entendiéndolo como un asunto integral, es decir, física, mental y socialmente. Esto quiere decir que no hay salud posible en un mundo con desigualdades.
Sin embargo, aunque haya muchas medidas en materia legal y en políticas públicas que fueron acertadas, siempre se puede avanzar hacia una mayor igualdad de oportunidades y de justicia social, para que no haya gente que se quede fuera del sistema. Recién ahí vamos a estar hablando de una sociedad con gente goza de salud integral.
Hago esta salvedad para reflexionar sobre la salud en términos más amplios. Tenemos que pensar que las mujeres y las disidencias sexuales son las que más sufren la pobreza y la deuda, las que paran la olla a nivel comunitario y en las casas, las que cobran un salario menor por igual trabajo, las que viven violencias por su género. Sin dudas hay una cuestión muy importante en relación a los derechos a la salud de las mujeres por revisar. No vamos a gozar de buena salud en tanto y en cuanto no haya no haya igualdad y justicia.