¿Cómo comenzó la protesta?
El lunes 13 de junio y luego de varios meses de diálogo sin resultados con el presidente, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) lanzó un paro a nivel nacional por tiempo indefinido. Las acciones incluyeron cortes de ruta y movilizaciones en al menos 10 de las 24 provincias del país.
Durante la semana el conflicto se mantuvo y otros sectores se sumaron a las medidas de fuerza. Entre ellos la Unión Nacional de Educadores (UNE), el Frente Popular y el Frente Unitario de Trabajadores (FUT).
¿Cuál es el reclamo?
La Conaie sostiene una demanda de 10 puntos que viene impulsando desde el año pasado. Se destacan el congelamiento y/o reducción del precio de los combustibles; renegociación de deudas, reducción de la tasa de interés y rechazo al embargo de bienes para cuatro millones de familias; precios justos para los productos agrarios; rechazo a la ampliación de la frontera minera sobre territorios indígenas y realización de estudios ambientales; marcha atrás con las privatizaciones de empresas públicas; y respeto a la autodeterminación (lenguaje, justicia, etc.) de los pueblos indígenas, entre otros.
¿Qué pasó con la detención de Leónidas Iza?
El martes, a poco de iniciada la protesta, el titular de la Conaie fue detenido. Acusado del delito de paralización de un servicio público, Leonidas Iza fue trasladado a la Unidad de Flagrancia del norte de Quito y luego llevado a la ciudad de Latacunga por vía aérea.
Sin embargo, 24 horas después se levantó la prisión preventiva, aunque permanecerá procesado. Mientras se lleva adelante la investigación tiene prohibido de salir del país y deberá presentarse los miércoles y viernes ante la Fiscalía General del Estado.
“Fui secuestrado políticamente por el Gobierno de Guillermo Lasso, he recuperado mi libertad bajo el debido proceso. No me he escapado y el proceso que se ha llevado en mi contra está absolutamente claro que es por una presión política dirigida”, declaró el dirigente al ser puesto en libertad.
¿Cuál es la respuesta del gobierno?
En un primer momento el presidente Lasso rechazó de plano las protestas y envió a las fuerzas de seguridad a reprimir. “Ahora que hemos empezado a reactivarnos, #NoPodemosParar. Quienes cometan actos vandálicos van a responder ante la justicia y el pueblo ecuatoriano”, sostuvo a través de su cuenta de Twitter.
Sin embargo el jueves 16, ante la intensificación del paro nacional que incluyó la toma simbólica de la gobernación de Bolívar y un llamado al diálogo de parte de parlamentarios y la Iglesia Católica, dio un mensaje a todo el país. Allí sostuvo que estaba abierto al diálogo, aunque no hizo alusión a ninguna de las demandas planteadas.
El día viernes declaró el estado de excepción “por grave conmoción interna” en las provincias de Cotopaxi, Pichincha e Imbabura, y estableció un toque de queda nocturno en Quito, la capital. También anunció operaciones conjuntas entre la Policía y las Fuerzas Armadas. “Convoqué al diálogo y la respuesta fue más violencia. No hay intención de buscar soluciones. Dicen que luchan por el costo de la vida, pero cierran carreteras que provocan escasez, alza de precios y especulación”, dijo.
No obstante, en un reconocimiento tácito a algunas demandas, anunció una serie de medidas económicas: aumentar el bono de desarrollo humano de 50 a 55 dólares; declarar en emergencia el sistema de salud pública; subsidiar hasta el 50% al precio del fertilizante urea a pequeños y medianos productores; condonar los créditos vencidos hasta 3.000 dólares en BanEcuador -el banco público-; brindar créditos agrícolas de hasta 5.000 dólares al 1% y 30 años de plazo; no incrementar más el precio del diésel, gas y nafta extra y ecopaís; no promover la privatización de servicios públicos y sectores estratégicos.
¿Cómo sigue?
La Conaie cuestionó que se haya esperado una semana para tomar medidas, a las que calificó de “irrisorias” e “insuficientes”. Por ese motivo ratificó la continuidad del paro nacional y advirtió que si no hay respuestas, se movilizarán a Quito.
Este sábado, además, denunciaron un atentado con armas de fuego contra el vehículo en el que se transporta habitualmente Leónidas Iza. Esto se da en el marco de denuncias por detenciones arbitrarias y al menos 43 heridos por las fuerzas de seguridad, 11 de gravedad.
“El mensaje a nuestras bases y organizaciones movilizadas: tener clara la agenda legítima de lucha, no permitir que la protesta se convierta en vandalismo, evitar caer en provocaciones de la fuerza pública y su violencia estatal”, sostuvieron desde la organización.