El programa lunar Apollo tenía a sus tripulaciones asignadas en grupos de tres. Cada una entrenaba de manera conjunta, para así conocerse y repartirse las tareas de la mejor manera posible.
Una de estas tripulaciones estaba integrada por Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Mike Collins. Armstrong era el comandante, Collins estaba a cargo de pilotear el módulo de comando y Aldrin pilotearía el módulo lunar.
Al momento de bajar a la superficie de la Luna, serían solo Neil y Buzz, ya que Mike se quedaría en órbita, cuidando el buen funcionamiento de la nave que los regresaría a la Tierra.
Quedaba entonces la cuestión de quién bajaría primero: ¿Neil o Buzz?. La historia cuenta que a Neil esto lo tenía sin cuidado… o al menos no manifestaba su interés o preocupación. Buzz, en cambio, estaba obsesionado. Quería ser él quien pisara la Luna primero. Los antecedentes estaban a favor suyo. Durante las misiones Gemini, predecesoras al programa Apollo, el comandante se quedaba en la nave mientras el copiloto salía en su caminata espacial.
En ese sentido Aldrin argumentaba que su compañero debía “comandar” el módulo lunar y bajar después. Pero había un contraargumento, proveniente de la Marina. La nave no estaría volando, sino en “puerto” en la Luna. Cuando un barco toca puerto, el capitán siempre es el primero en bajar.
Buzz tenía tanto interés en ser el primero, que le mencionó esto abiertamente a Neil. Incluso llevó esta preocupación a su jefe, el coordinador de astronautas Deke Slayton. Este le prometió resolver el orden lo antes posible ya que faltaban pocos meses para la misión y aún no había un plan.
Para sumar más complicaciones, el módulo lunar era realmente diminuto. Ambos astronautas ya con sus trajes no podrían maniobrar de manera cómoda en la nave. Tendrían que salir en el orden en el que estaban parados dentro de la misma.
Y Grumman, fabricante del módulo lunar, había tenido que hacer varios cambios al diseño para reducir su peso. Uno de estos trueques fue el de la esclusa para salir a la Luna por una simple puerta cuadrada que abría hacia adentro.
Por alguna azarosa razón, la puerta estaba pensaba para abrir hacia la derecha. Y esto es crucial, porque del lado derecho estaría Buzz, con lo cual el primero en salir tendría que ser Neil.
Buzz no se dio por vencido y hasta incluso simularon con Neil un cambio de lados, ya vestidos con sus trajes. Un verdadero fracaso: rompieron varios tableros del frágil módulo lunar de entrenamiento.
La suerte ya estaba echada. Hay quienes dicen también que la NASA veía con buenos ojos que sea Neil el primero. Mientras Buzz aún estaba en servicio en la Fuerza Aérea, el comandante de la misión ya había dejado la Marina varios años atrás. Que sea un civil el primero en pisar la Luna sería una señal de paz a un mundo turbado por diversas guerras.
En fin, había un 50/50 de chances para Buzz… pero no pudo ser. Quiso el destino que el equipo de diseño de Grumman haya puesto la escotilla para ese lado.