El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a través de la empresa Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE), le puso fecha a la audiencia pública requerida para el incremento en el precio del viaje del subte. El 26 de agosto se realizará la cita virtual, donde el gobierno fundamentará el aumento.
La propuesta estipula que hacia fines de septiembre el precio del pasaje en subte sea de 42 pesos y el del Premetro de 15. Así el Ejecutivo encabezado por Horacio Rodríguez Larreta prevé un incremento de un 40% respecto a los 30 pesos que se cobran actualmente, en línea con lo programado con el Gobierno nacional respecto a los otros transportes metropolitanos: colectivos y trenes.
Este aumento es continuidad de la política sostenida del gobierno porteño que desde 2019 ha llevado la tarifa, primero, de 18 a 25 pesos, luego a 30 y próximamente a los mencionados 42. En el mismo periodo, el boleto mínimo de colectivo sólo ha aumentado de 18 a 25 pesos.
En la Ciudad, las audiencias públicas son requisitos obligatorios por la Ley 4472. Allí el gobierno y los operadores deben dar cuenta de la variación de la tarifa técnica (es decir los costos de la operación del servicio) y explicitar la propuesta del nuevo cuadro tarifario. Estas instancias, resistidas en principio por el macrismo, terminaron expresando un proceso de legitimación de las políticas del Ejecutivo, al darle un marco de expresión a diversas críticas y propuestas que no terminan teniendo ningún tipo de aplicación. Por lo que esta instancia no vinculante se transforma en una formalidad en la ejecución de la medida que obliga a la Ciudad y la operadora a enfrentarse al malestar y los problemas crónicos expresados por usuaries y trabajadores.
Esto se da en un marco en el que la post pandemia trajo un escenario incierto para la red. Existe cierto consenso entre especialistas respecto a un posible cambio, aún queda saber si definitivo, en la dinámica urbana en la Ciudad, en la cual al subte le cuesta recuperar la cantidad de pasajeros. El escenario actual muestra una excesiva motorización particular como contrapartida de la pérdida de pasajeros por parte del subte, y también de los colectivos. Lo que no hace más que empeorar la calidad del transporte aumentando la congestión, el ruido y la contaminación.
Según los últimos relevamientos del Banco Mundial una gran parte de quienes hoy eligen conducir su vehículo particular no lo harían si el servicio mejorara ¿Pero es un aumento en la tarifa lo que necesitamos para eso? Es menester abordar la cuestión del financiamiento, pero colocar esa cuestión como la garantía de mejora es algo ingenuo.
Para pensar en mejor subte, sustentable y urbanamente útil que contribuya al goce pleno del derecho a la ciudad necesitamos trascender la escala mínima que nos propone Larreta. Es necesario pensar la integración del mismo dentro de la gran red de transporte metropolitano, desde los ferrocarriles hasta las ciclovías y veredas. Simultáneamente hay que abordar los desafíos de construir una ciudad más integrada y menos desigual que nos permita desarrollarnos plenamente.
- Juan Ferenaz y Van Commisso son delegados de la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP)