Política Ago 20, 2022

Infancias en CABA: sobran las palabras, faltan los derechos

Ante el fallecimiento de una niña en una escuela porteña y en el marco del día de las infancias, una reflexión sobre la desidia por parte del Gobierno de la Ciudad.
Futura-Laboratorio de Ideas | Coordinadora Equipo de Educación

“Hoy estamos atravesades por el dolor, la impotencia y la bronca frente a la pérdida de una niña de nuestra escuela. Tenía 11 años, era alumna de la Escuela 11 DE 5, de la villa 21-24, desde el año 2017 cuando empezó primer grado”. Estas líneas pueden leerse en el comunicado escrito por les docentes de la niña, que desde el primer día alertaron la vulnerabilidad de derechos en la que se encontraban ella y su familia, que se comprometieron y que ofrecieron su acompañamiento una y otra vez, mientras que las respuestas efectivas del Estado no llegaban como debían. 

Esta semana fue M., y atravesades por el dolor y la bronca, nos preguntamos: ¿qué estamos haciendo que en el distrito más rico del país pasan estas cosas? ¿Cuántos eslabones del Estado fallaron para llegar a donde estamos? ¿Qué pasó? No hay palabras que puedan saldar esas preguntas, pero quizás dentro del dolor y la bronca cabe compartir algunas reflexiones que den pie a repensar(nos) de ahora en más. 

Recordemos que toda política estatal refleja la forma en la que se perciben, organizan y articulan distintas cuestiones sociales. En este sentido, pensar las políticas de niñez no puede hacerse sin contemplar el lugar que ocupan en cada modelo político-social, pero principalmente, dentro de un paradigma de Estado. 

Después de la última oleada de dictaduras en Latinoamérica, la región se sumergió en la expansión, hasta el día de hoy, de los Derechos Humanos como un paradigma y un terreno de acción cada vez más amplio. Dentro de la expansión de dichas ideas, la noción de las niñeces como sujeto de derechos fue ganando terreno. 

Sin embargo, en la década del ‘90, la consolidación de un estado neoliberal logró tensionar la expresión de dicha mirada en el plano institucional. Como en todos los planos de gobierno, se previó una gestión achicada, con el Estado en un rol secundario. 

La contracara de eso vino con la siguiente década, puntualmente a partir de la etapa kirchnerista y la ampliación de derechos que impactó en todas las aristas de las políticas gubernamentales. La puesta en pie de un Sistema de Protección Integral de Derechos (Ley Nº 26.061) se enmarca en ese momento, e invita a disputar el lugar de las niñeces y juventudes en el país. De la estigmatización y marginalización, se corrió el eje hacia la inclusión.

Según la normativa sancionada en 2005, “el Sistema de Protección Integral de Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes está conformado por todos aquellos organismos, entidades y servicios que diseñan, planifican, coordinan, orientan, ejecutan y supervisan las políticas públicas, de gestión estatal o privadas, en el ámbito nacional, provincial y municipal, destinados a la promoción, prevención, asistencia, protección, resguardo y restablecimiento de los derechos de las niñas, niños y adolescentes”. 

En ese sentido, el Sistema “establece los medios a través de los cuales se asegura el efectivo goce de los derechos y garantías reconocidos en la Constitución Nacional, la Convención sobre los Derechos del Niño, demás tratados de derechos humanos ratificados por el Estado argentino y el ordenamiento jurídico nacional”. Es decir, se plantea una multiplicidad de tareas e instituciones involucradas tan amplia como la diversidad de situaciones que deben poder abordarse desde ese punto.

En el mismo sentido se expide la ley de la Ciudad, que plantea que “todos los niños, niñas y adolescentes gozan de los derechos fundamentales inherentes a su condición de personas”. “La Ciudad propicia su participación social y garantiza todas las oportunidades para su pleno desarrollo físico, psíquico, moral, espiritual y social, en condiciones de libertad, igualdad y dignidad”, indica el escrito. 

Sin embargo, bien sabemos que el hecho de que exista una Ley en los compendios normativos no garantiza que dicha norma exista en la realidad. Para que ello suceda, la voluntad política de quienes son sus responsables directos es fundamental, y el pie para que eso se plasme en decisiones gubernamentales que lo hagan realidad. 

Hablar de sistemas de protección integral de derechos supone, entonces, el compromiso e intervención de cada eslabón de la burocracia estatal. Supone equipos de trabajo con la cantidad de integrantes adecuados, una mirada interdisciplinaria,  capilaridad  territorial, vías ágiles de articulación interinstitucionales, condiciones laborales adecuadas, todos elementos que permiten pensar que encontrar una respuesta a las vulneraciones de derechos no sean un mero producto de la creatividad de quienes acompañan la situación. 

Desidia en la Ciudad de Buenos Aires

Según el Sistema de Indicadores de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de CABA, más de 720.000 personas componen dicho grupo poblacional, lo que representa alrededor del 22% del total de los habitantes del distrito. Las niñeces y adolescencias tienen derecho a una alimentación saludable, a una vivienda digna, a la convivencia familiar y comunitaria, a la salud integral, a la protección contra las violencias, a las actividades recreativas, entre otros. Sin embargo, aún estamos muy lejos de que esos derechos sean efectivos.

Día a día, quienes transitamos las escuelas, quienes sostenemos las redes territoriales, quienes estamos codo a codo con cada pibi, nos enfrentamos a las mayores adversidades frente a la desidia estatal del Gobierno de la Ciudad. Quienes estamos en las escuelas y en los territorios alertamos, una y otra vez, cuando a nuestres pibxs  y sus familias les faltan las zapatillas, el plato de comida, el vaso de leche. Alertamos de la vulnerabilidad económica y habitacional, alertamos situaciones de violencias y desprotección. 

También nos enfrentamos a oficios perdidos en el sistema y a llamados truncos. Nos enfrentaremos a la soledad e impotencia que eso genera, a lo que nos sobreponemos con redes que son las que nos terminan sosteniendo mientras, otra vez, volvemos a casa pensando en qué nos encontraremos al día siguiente. 

En el día de la niñez, alzamos la voz para que las infancias crezcan en plenitud, para que nunca más se vulneren los derechos y fallen las respuestas, para que les docentes, familias y trabajadores del Sistema de Protección cuenten con las herramientas necesarias para hacer, de todos los días, un feliz día para les pibis. 

Este lunes a las 17hs se realizará una caravana educativa por las niñeces dignas desde la escuela 11 DE 5 hasta Jefatura de Gobierno ¡No queremos perder más infancias por desidia estatal!

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