A continuación presentamos el análisis de un conjunto de estadísticas publicadas en el último mes, que no suelen ocupar un lugar central cuando se habla de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y que cobran más importancia en la semana previa a que se empiece a discutir el presupuesto 2023 en la Legislatura.
Inflación, pobreza, indigencia
Según los datos oficiales provistos por la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad (DGEyC), el índice de inflación de agosto en la CABA fue de 6,2%. Una cifra que significó una disminución de 1,5 puntos porcentuales respecto de la correspondiente al mes anterior (7,7%). Tal como ocurrió a nivel nacional, se registró una tendencia a la baja, pero en el caso de la ciudad fue más significativa ya que el promedio nacional pasó del 7,4% en julio al 7% un mes después.
Una situación similar se observa al contemplar la inflación anual e interanual. En los primeros ocho meses de 2022 la inflación acumulada en la Ciudad fue de 53%, mientras que la inflación interanual alcanzó el 74,6%. En ambos casos, quedó más de tres puntos porcentuales por debajo de los indicadores nacionales, que llegaron al 56,6% y 78,5% respectivamente.
INFLACIÓN MENSUAL DE CABA Y NACIONAL
Un primer aspecto a puntualizar es cómo se compone esa inflación a nivel local. Según los datos oficiales del GCBA en los primeros ocho meses de 2022 los mayores incrementos se observan en los rubros de prendas de vestir (70,6%), educación (63,3%) y alimentos (62,1%). Por otro lado, el transporte tiene una inflación acumulada considerablemente inferior al promedio (33,4%) y los alquileres un aumento similar al total de la ciudad (52%).
Hay que agregar que según los datos relevados por el portal inmobiliario Zonaprop, en términos interanuales el valor promedio del alquiler en todos los barrios de la Ciudad muestra un alza del 61%. Y si se toma como referencia un departamento de tres ambientes hoy se requiere un 79,9% más de lo que se necesitaba un año atrás para alquilar una unidad de las mismas características.
El segundo elemento que requiere de una mirada detallada es el impacto de esa inflación -y en especial de los rubros qué más aumentos acumulan- en la evolución de las condiciones de vida de la población, según los diferentes niveles de ingresos.
Un primer impacto está dado en la posibilidad de acceder a los bienes de consumo básicos. Según la DGEyC, en los primeros ocho meses del año la canasta básica alimentaria y la canasta básica total registraron aumentos por encima de la inflación acumulada en la CABA. El ingreso mínimo que necesitó un hogar “tipo” (pareja propietaria de vivienda con dos niños) para quedar por encima de la situación de indigencia ascendió en agosto a $65.738, mientras que para no quedar bajo la línea de pobreza requirió de un ingreso superior a $121.159. Algo que se explica, en parte, por el aumento que mostraron los precios de los alimentos por encima de la inflación de la ciudad. Más allá de esas cifras hablamos de una situación que se agrava en una gran cantidad de casos, si se tiene en cuenta que la cantidad de inquilinos en el distrito asciende al 34%.
VARIACIÓN 2020 DE INFLACIÓN, POBREZA E INDIGENCIA
Para analizar los niveles de pobreza e indigencia sobre el total de la población hay que remitirse a los datos del segundo trimestre de 2022. Allí se ve que la pobreza en la Ciudad alcanzó al 23,6% de las personas, y la indigencia al 7,5%. Estas cifras ubican al distrito con niveles de pobreza alejados del promedio nacional medido por el INDEC (36,5%), pero mucho más cerca en cuanto al porcentaje de población en situación de indigencia (8,8%).
Si observamos la evolución de los indicadores de la Ciudad, los datos del segundo trimestre de este año representan una disminución de la pobreza de casi 3 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre de 2021, aunque el dato a destacar es que tanto la pobreza como la indigencia se mantienen por encima de los niveles del momento previo a la pandemia. Pese a que el producto bruto de la Ciudad creció respecto de 2019.
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN POR ESTRATO DE INGRESOS – SEGUNDO TRIMESTRE DE CADA AÑO (1)
Actividad económica y empleo
Siguiendo la tendencia general registrada a partir de comienzos del año pasado, la actividad económica de la CABA en el segundo trimestre aumentó un 7,4% respecto del mismo período de 2021. Comparada con el promedio nacional (6,9%), la economía de la Ciudad mostró un ritmo de crecimiento mayor, luego de dos trimestres en los que la situación había sido la inversa.
En este marco, vale destacar que los datos de la actividad económica en el segundo trimestre del año muestran un nivel de actividad económica que es 4,6% superior a la situación previa a la pandemia (2019), pero que además habla del nivel más alto desde 2015.
EVOLUCIÓN DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA DE CABA – SEGUNDO TRIMESTRE
Si volcamos la mirada hacia el mercado de trabajo y según datos correspondientes al segundo trimestre de 2022 la tasa de desempleo en la Ciudad alcanzó el 8,1%. Un nivel levemente inferior a la del primer trimestre, cuando quedó en 8,7%, involucrando a 137 mil personas, y 3 puntos porcentuales por debajo del porcentaje registrado en el mismo trimestre de 2021.
Si bien la tasa de desempleo -recordemos que mide el porcentaje de personas que busca trabajo- de las mujeres se mantiene por encima de la de los varones (8,3% vs 7,9%), la principal diferencia se sigue observando en las tasas de actividad y empleo. En el caso de las mujeres ambas tasas son alrededor de 12 puntos inferiores a las de los varones.
Junto con este análisis es clave incorporar la comparación al interior de la Ciudad según las zonas geográficas. Ahí aparece otro signo de desigualdad, puesto que el desempleo en la zona sur (11,1%) es más del doble del observado en la zona norte (4,6%).
En cuanto al tipo de ocupación, el 76,2% de la población ocupada es asalariada, una cifra similar a la registrada un año atrás. Sin embargo, un dato excluyente está dado por la cantidad de empleados informales. Mientras que en el segundo trimestre de 2021 representaban el 23%, ahora esa categoría asciende al 28,7% del total de los ocupados. Es decir, se produjo un aumento de casi 6 puntos porcentuales. Finalmente, la población que trabaja por cuenta propia es relativamente similar a la del año 2021 (cerca del 20%).
En suma, lo que se observa es que la recuperación económica generada en la CABA luego del desplome de 2020 no trajo como consecuencia una mejora en las condiciones de trabajo e ingresos de la población. En términos de empleo, hubo un aumento pronunciado de los asalariados no registrados que se agregó, como ya señalamos, a un relativo empobrecimiento si se compara con la situación de 2019. Situación que empeora sensiblemente cuando se trata de las mujeres y de los habitantes del sur de la Ciudad.
Los datos están están a la vista, la cuestión en definitiva es quién fija las prioridades y qué políticas se implementan.