El mundo Nov 19, 2022

La rebelión de la taza roja: huelga nacional en Starbucks de EE.UU.

El 17 de noviembre trabajadores y trabajadoras del sindicato de la cadena de cafeterías realizaron una medida de fuerza en más de 100 locales. La #redcuprebellion exigió el fin de la persecución a activistas, un convenio colectivo, más personal y mejores salarios.

En diciembre de 2021 nació el Starbucks Workers United (SWU), el primer sindicato de trabajadores y trabajadoras de la multinacional en EE.UU. Lo que comenzó con una elección en dos sucursales de Buffalo, Nueva York, hoy abarca 264 locales en todo el país y el último jueves realizaron su primera huelga nacional.

Si bien se habían llevado a cabo medidas de fuerza en distintas ciudades por reclamos puntuales, nunca se había tomado una medida unificada de tanta magnitud: más de 100 cafeterías que abarcan a dos mil trabajadores. 

La elección de la fecha para la huelga no fue casual. Todos los años Starbucks realiza el “Red Cup Day”, una jornada en la que entrega tazas de café con diseños navideños de edición limitada. Se trata de una estrategia de marketing muy exitosa ya que las personas hacen fila desde temprano para conseguirlos y coleccionarlos. 

Por eso el SWU eligió este 17 de noviembre para su “rebelión de la tasa roja” buscando un mayor impacto. Por un lado al frenar la producción un día de mucho consumo, y por otro por la visibilidad que obtiene la medida ante la afluencia masiva de clientes. 

Además, con el objetivo de ganar el apoyo de estos últimos y ante la imposibilidad de conseguir la “red cup”, les otorgaron tazas con un diseño especial del sindicato.

Los reclamos

El punto principal de disputa entre el sindicato y la empresa es el establecimiento de un acuerdo laboral (algo así como un convenio colectivo de trabajo), el primero en la historia. Según los dirigentes de SWU, los ejecutivos de Starbucks han puesto impedimentos y excusas constantes en la mesa de negociación. 

La firma alega públicamente que se ha retirado de esas reuniones porque no pueden ser grabadas; mientras que desde la organización sindical señalan que simplemente pretendían que algunos de sus dirigentes participen virtualmente a través de la plataforma Zoom, algo que se ha implementado en muchos sectores a partir de la pandemia pero la empresa rechaza sistemáticamente.

En paralelo, la multinacional ha desarrollado una ofensiva antisindical que implicó el despido de un centenar de activistas en el último año. Las excusas han sido ridículas. Por ejemplo, en una sucursal de Anderson, Carolina del Sur, cinco empleados fueron despedidos a finales de agosto. Tres de ellos, Aneil Tripathi, Jon Hudson y Rhi Greer, habían participado en una “marcha contra el jefe”, en la que los trabajadores colectivamente presentaron una serie de demandas a su gerente. Este consideró que la acción era un “secuestro” y “agresión”, y presentó una denuncia.

En los casos en los que no se llegó al despido se aplicaron otro tipo de represalias como el recorte de horas de trabajo lo que, llegado un punto, implica por ejemplo perder el seguro médico. Y en los más extremos se cerraron sucursales sindicalizadas enteras como sucedió en Ithaca.

“No se puede ser pro LGTBQ, pro Black Lives Matrer, pro sustentabilidad y antisindical. Este Día de la Copa Roja, nos estamos organizando para tener una voz en el trabajo y un verdadero asiento en la mesa”, declaró Michelle Eisen, organizadora sindical de la primera tienda de Starbucks en Buffalo. Y reconoció que “hay mucho miedo antes de que una sucursal decida ir a la huelga” porque Starbucks “ha estado tomando represalias contra los líderes sindicales”. “Pero a pesar de ese miedo, más de 2000 trabajadores en todo el país están en huelga hoy y se defienden unos a otros”, completó.

Lejos de ser una denuncia exclusiva del SWU, la Junta Nacional de Relaciones Laborales (JNRL) de EE.UU. presentó varios reclamos ante tribunales federales para intimar a la empresa a que cese con su política de persecución. La respuesta de Starbucks fue contratar al bufete de abogados Littler Mendelson, especializado en en lucha antisindical, fijó beneficios y salarios más altos en los locales no sindicalizados y acusó a la JNRL por, supuestamente, estar del lado del sindicato.

La persecución a las y los afiliados fue otro motivo de reclamo este 17 de noviembre, así como el aumento de salarios y el incremento del personal, sobre todo en jornadas de tanta concurrencia como el Red Cup Day.

Sindicalismo en alza

La sindicalización en Starbucks se ha ido desacelerando producto de las políticas agresivas de la empresa. Las votaciones para decidir adherir al SWU pasaron de alrededor de 70 locales en marzo a menos de 10 en agosto. No obstante, el sindicato apuesta con esta medida de fuerza a revitalizar ese proceso; y conseguir un convenio colectivo los fortalecería aún más.

Esta experiencia se inscribe en una dinámica general que se está viviendo en los últimos años en EE.UU. Uno de sus hitos recientes fue la organización de las y los trabajadores de Amazon en Staten Island, los primeros en hacerlo dentro de la empresa del hombre más rico del mundo, Jeff Bezos.

La principal potencia del mundo ha visto surgir recientemente movimientos de masas ligados al feminismo como el #MeToo o contra el racismo como #BlackLivesMatters. Pero hace un tiempo esas disputas del ámbito “social” o “ciudadano” se han trasladado también a los lugares de trabajo.

Es que la percepción sobre los sindicatos ha ido transformándose y en 2022 alcanzó su punto de aprobación más alto en casi seis décadas. Según la consultora Gallup el 71% de las y los estadounidenses “aprueba los sindicatos”. “Aunque estadísticamente es similar al 68% del año pasado, supera al 64% de antes de la pandemia y es el nivel más alto que Gallup ha registrado en esta medida desde 1965”, explicaron.

La caída del desempleo en el país, que llegó a superar los 14 puntos al comienzo de la pandemia y hoy se encuentra debajo del 4% ha fortalecido a las y los trabajadores creando un entorno más favorable a la sindicalización. 

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