En los últimos años, y sobre todo a partir de la pandemia, el debate de la reducción de la jornada se ha revitalizado. En todos los espacios en los que se hicieron pruebas piloto los resultados fueron positivos.
¿Pero no hay otras urgencias como el trabajo precario, el pluriempleo o los salarios bajos? Si, y en este episodio argumentamos por qué en este contexto es aún más necesario reducir la carga laboral. Incluso, vamos más allá y planteamos que es necesario descentrar nuestro mundo, nuestras sociedades y nuestras vidas del trabajo.
Reducir la jornada es una lucha por la salud mental, la igualdad de género y la protección del ambiente. Es una disputa política por mejorar la calidad de vida de quienes movemos al mundo.