Desde la asunción de Javier Milei a la presidencia, los despidos en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), como en toda la administración estatal, no cesan. El 21 de abril, el presidente anunció el cierre del organismo destinado a la formación y promoción del cine nacional. Al día de hoy el cierre no está concretado pero la desfinanciación casi absoluta.
Facundo Rodríguez Alonso, licenciado en artes audiovisuales se encontraba realizando su primer largometraje con fondos del INCAA, luego de la primera cuota que le transfirieron no volvió a tener noticias. “Estamos en stand by, sabemos de algunos proyectos pudieron cobrar la segunda cuota que les corresponde pero sin actualización de presupuesto”, contó.
Los despidos
El 29 de febrero se publicó en el boletín oficial el nombramiento de Carlos Pirovano, actual responsable del INCAA. Ese mismo día despidió a 180 trabajadores. “Desde que llegó no paró de ajustar, destruir y desfinanciar”, aseguró Nicolás Ventromile, delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en el Instituto, quién cuenta como si fuera su propia historia, la de cada compañero y compañera despedidos.
Pirovano, el lunes siguiente de su asunción, recorrió las oficinas y prometió que “si trabajaban” no los iba a despedir. Quince días después llegó la segunda tanda de telegramas, esta vez a las personas que tenían mal el fichaje. Nicolás afirma que no se tuvieron en cuenta las fallas del reloj de lectura biométrica cada vez que se corta la luz o internet, tampoco se cotejó con las inasistencias por licencias que se registran por otro medio.
Después de esos 29 despidos en marzo empezó a dispensar de la presencialidad a los trabajadores. Realizó esta práctica con el 80% de cada área, luego no los volvió a solicitar y así quedaron a disponibilidad. Esto, para los que eran planta permanente, muchos de los que tenían contratos transitorios fueron despedidos.
“Esto ya se hizo con Cine Ar y con el Gaumont. El área de prensa y comunicación la cerró”, agregó Nicolás. La Ley 23.551 de Asociaciones Sindicales les brinda protección a los delegados gremiales y no permite que puedan ser despedidos o suspendidos. Sin embargo, ya existen diferentes casos de delegades que igualmente fueron desvinculados, una de ellas en el INCAA. “Estamos en la justicia del fuero laboral”, explicó.
Proyección a futuro
Hoy en día se incumple la Ley 17.741 de Fomento de la Actividad Cinematográfica Nacional, dado que el ex área de fomento, que pasó a llamarse “de promoción”, eliminó los subsidios que representaban el 50% del presupuesto del Instituto. Estos subsidios representaban un 80% del financiamiento de las producciones. Por otra parte, los créditos que entrega el INCAA pasarán a estar a cargo de bancos privados atados a la tasa de interés que definan los mismos. “Si el INCAA financiaba 200 películas, con esta modalidad no creemos que llegue a las 30”, concluyó Nicolás.
Dentro del área de comunicación trabajaba Jeankarla Fallón quién fue una de las despedidas el 15 de marzo, cuando le dieron de baja a su concurso de planta permanente. Su esposo era trabajador de la Agencia de Noticias Télam y ahora se acompañan ambos en sus luchas, entre trabajos freelance para poder mantenerse.
Ambos sectores en pausa y gravemente perjudicados por las medidas del actual gobierno. Jeankarla explicó: “Ya esta rompiéndose el tejido de producción, casi no hay producciones filmando, hay un inmenso estado de orfandad ante tantos ataques y eso se comenzará a ver a partir del año próximo; no hay trabajo, no habrá contenido para enviar a festivales ni representación de ningún tipo”. “Hace seis meses que el Instituto está paralizado y sumado a la baja de espectadores por temas económicos, el cine argentino se encuentra en un inmenso momento de desamparo”, completó.

Parte de la Ley de Fomento se propone acrecentar la difusión de la cinematografía argentina. En ese sentido, se establece que para ampliar la colocación de películas argentinas en el extranjero se deberá, entre otras cosas, participar de los festivales nacionales e internacionales con su financiamiento.
Facundo cuenta su experiencia con su último corto: Elogio a los fantasmas, estrenado en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara, un festival muy importante a nivel regional. “Recortaron las ayudas para los viajes en representación de películas, anteriormente, cuando te seleccionaba un festival que el INCAA consideraba de interés, te podía dar una mano para poder sustentar ese viaje”, explicó. Y aclaró que generalmente son los festivales los que bancan la estadía, así se logra poder viajar. “Ir a representar la película es un poco ir a representar al país”.
El sector audiovisual está conformado por varios segmentos, entre ellos, los que más se destacan son: el cine, el cine publicitario y la producción de contenidos para televisión. Durante una entrevista realizada por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, María Noel Bulloni, magíster en Ciencias Sociales del Trabajo y doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA), describe al sector como parte de una lógica flexibilizadora y de fragmentación productiva, esta combinación aunque traiga inserción laboral viene acompañada de inestabilidad. “En la televisión sucede que se da este modelo de organización flexible que veníamos comentando: estructuras mínimas, se arman redes de proyectos para filmar, después se desmontan y el trabajo es inestable”, detalló la investigadora.

El trabajo en el sector audiovisual se organiza mediante proyectos, por ende es muy común la alta prevalencia de empleo temporal. Según el observatorio Audiovisual del INCAA desde 2007 a 2022 el sector de producción de filmes cinematográfico representó un deterioro del 21,1% del salario real. Sin embargo, la distribución de filmes y videocintas alcanzó un aumento en la remuneración real de sus trabajadores del 65%.
“El problema es que la industria no está reaccionando a esto y nosotros podremos perder 500 puestos de trabajo, pero el cine con las 200 películas que ayudamos a financiar nutría a 100.000 trabajadores directos y 700.000 indirectos”, problematizó el delegado de ATE.
Llegar a todes
El derecho al acceso a la cultura es un derecho humano. Por eso, el INCAA desde que fue creado, promovió diferentes actividades para que el cine pudiera llegar a los lugares de más difícil acceso. El programa cine en cárceles integraba las actividades penitenciarias y exhibiciones cinematográficas; el programa cine inclusión realizó funciones adaptadas para personas con discapacidad visual y auditiva; el programa cine móvil de llegada federal contaba con camionetas que recorrían diferentes zonas que no cuentan con salas de cine o con un proyector, con el objetivo de fortalecer la identidad local y nacional.
Todos estos programas estatales permiten el acceso sin impedimentos económicos. Llevando el cine nacional a escuelas y a estudiantes al cine. Además, asesora a entidades públicas y privadas sobre cinematografía de directoras argentinas mediante el programa gafas violetas, que promueve la autonomía y las alianzas para garantizar el derecho de exhibición de todes.
El patrimonio
Facundo se describe como un entusiasta o amateur en el cine, aunque su título diga licenciado y haya realizado diversas producciones no puede vivir de ello. Trabaja en el Ministerio de Educación y encuentra en el cine algo que lo entusiasme por fuera de la rutina del día a día. Entiende al INCAA como herramienta para preservar el patrimonio cultural de la Argentina, que se encuentra registrado, grabado y conservado en el Cine Nacional. “Uno de los edificios que apuntan de ociosos y están cerrando conserva gran parte del archivo fílmico argentino”, contó.
El cine argentino todos los días es reconocido internacionalmente. Todo documento de civilización, un estreno de Tatiana Mazu sobre la desaparición forzada de Luciano Arruga, fue premiado por el Festival Internacional de Cine de Marsella en esta última edición. El cine cuenta la historia de nuestro país. Cuenta nuestra cultura. “El inmenso daño que genera todo esto nos deja sin identidad, sin trabajo, sin espacios propios”, ilustra Jeankarla. El cine que no podrá llevarse a cabo no dejará testimonio de la inmensa desidia y abandono del Estado hacia sus trabajadores.
Las salas del Gaumont se colman de jóvenes y adultos mayores. Desde diciembre de 2023 antes de que comience la película se transmite siempre el mismo spot del INCAA. Lo narra Ricardo Darín, mientras se reproducen escenas conocidas de películas nacionales. El silencio de la sala se interrumpe de aplausos luego de la última frase: “No es sólo cine, es cine argentino”.