A casi 8 meses de asumida la presidencia, Javier Milei tiene poco y nada bueno para mostrar. La tendencia se profundiza hacia la pérdida de poder adquisitivo, el desempleo, caída de la actividad económica, etc. Sin embargo, desde la aprobación de su tan ansiada ley mini-bus, la conflictividad social parece haberse aplacado y pocas disputas parecen estar librándose en el ámbito de la calle.
¿Estamos viendo los primeros síntomas de cierta estabilización alcanzada por el Gobierno? ¿Qué hicimos? ¿Qué estamos haciendo? ¿Cómo pasamos de diagnósticos precisos y angustiantes a una política para la acción? Para cerrar, hablamos de la crisis abierta en torno al resultado de las elecciones en Venezuela.