Por el camino de la deuda
El viernes 5 de diciembre el Ministerio de Economía confirmó la emisión de títulos públicos en dólares a cuatro años. Se ratifica así la escena de un país híper endeudado que se endeuda más para hacer frente a su deuda.
El viernes 5 de diciembre el Ministerio de Economía confirmó la emisión de títulos públicos en dólares a cuatro años. Se ratifica así la escena de un país híper endeudado que se endeuda más para hacer frente a su deuda.
Más allá de los retoques hechos por el INDEC para evitar la declaración formal de la recesión, todos los indicadores de lo que se suele llamar economía real son peores a los recibidos en diciembre de 2023.
Cambios en el gabinete, sostenimiento de la política cambiaria y la reforma laboral como punta de lanza. El gobierno retoma la ofensiva.
Está claro que la elección del domingo 26 ha sentado las bases para un relanzamiento del gobierno de Milei. Sin embargo, una lectura adecuada de lo que pasó en las urnas es clave para ponderar en su justa medida fortalezas y debilidades.
Luego de meses de proyecciones de cara a las elecciones de medio término, llegó el momento de decirlo con toda claridad: el experimento libertario es un fracaso por donde se lo mire. Nada de lo proyectado por Milei y su equipo se constató en la realidad.
Más allá de cualquier lectura anecdótica, la foto de Javier Milei y su equipo observando como invitados de honor la conferencia de prensa de Donald Trump en la Casa Blanca el martes pasado, lo dice casi todo.
El factor decisivo de la coyuntura es el fracaso del esquema económico implementado por el gobierno de ultra derecha y la aceleración de su descomposición política.
Un escándalo narco, una economía y un frente político en descomposición. Cuando la crisis se acelera, también lo hacen los tiempos para ofrecer una salida alternativa.
Una vez más el gobierno de Javier Milei solo parece haber ganado tiempo en medio de una crisis que lo golpea por varios frentes, gracias a una acción que dejará consecuencias negativas para el país.
El plan sigue siendo el mismo: llegar a las elecciones de octubre con el dólar controlado. Pero lo que hace dos meses era la llave para pintar de violeta el país, ahora es apenas un salvavidas para evitar que la crisis entre en un espiral.
Cada vez más aislado políticamente, el gobierno suma cuestionamientos desde medios afines y añadió signos de alarma en un círculo rojo al que no le preocupa tanto el autoritarismo como la desorientación.
A una semana de las elecciones bonaerenses, el gobierno nacional sigue empantanándose en las denuncias de corrupción y el repudio callejero.