El mundo May 14, 2022

Un tiro al periodismo: el asesinato de Shireen Abu Akleh a manos de Israel

El crimen a sangre fría de la reconocida periodista palestino-estadounidense que trabajaba para la cadena árabe Al Jazeera puso de manifiesto una práctica sistemática por parte del gobierno de Tel Aviv en los territorios ocupados.

El miércoles 11 de mayo la conmoción recorrió las redes sociales y rápidamente llegó a los medios de comunicación: Shireen Abu Akleh, periodista de 51 años que cubrió durante décadas el conflicto palestino-israelí, fue asesinada mientras realizaba su trabajo en Cisjordania. 

Según relataron los colegas que la acompañaban, la trabajadora de prensa llegó en auto al campo de refugiados de Jenin donde fuerzas israelíes estaban realizando un operativo represivo contra la población. Allí comenzó a recibir disparos de francotiradores por lo que salió del vehículo con su chaleco de prensa para que la identificaran. Sin embargo eso no detuvo los ataques y finalmente cayó herida de muerte con un tiro en la cabeza.

Si bien el gobierno de Israel intentó desligarse del hecho afirmando que Shireen pudo ser víctima de militantes palestinos, esto fue desmentido por otros periodistas en el lugar de los hechos. Ali Al Samudi, que también tenía su indumentaria de periodista y resultó herido en la espalda durante el mismo tiroteo, dijo que no había palestinos armados en la zona.

Para colmo, fuerzas de seguridad israelíes allanaron la casa de la periodista luego de su asesinato y reprimieron durante su funeral, incluso golpeando a quienes trasladaban el cajón.

Shireen era corresponsal de la cadena árabe de orígen qatarí Al Jazeera desde el año 1997 y se destacó cuando en el año 2000 tuvo que cubrir el comienzo de la Segunda Intifada palestina. Sus reportajes eran famosos en el mundo árabe y debido a su larga trayectoria se había convertido en una figura reconocida del periodismo en toda la región.

Desde el medio de comunicación en el que trabajaba calificaron lo sucedido como “un asesinato flagrante que viola las leyes y normas internacionales”. 

Por su parte el secretario general de la Federación Internacional de Periodistas (IFJ, por sus siglas en inglés), Anthony Bellanger, aseguró que se trató de un “deliberado ataque contra una periodista” y subrayó que esta práctica es “sistemática”. “Una vez más, los francotiradores israelíes atacaron a periodistas que vestían chalecos de prensa y estaban claramente identificados. No estaban junto a los manifestantes, no eran una amenaza, los han atacado para evitar que den testimonio y digan la verdad sobre la acción israelí en Jenin”, añadió.

“Si exigimos justicia por los ataques rusos contra periodistas ucranianos, debemos exigir el fin de los ataques y asesinatos de periodistas palestinos por parte de Israel”, completó. La IFJ informó también que llevará el caso ante la Corte Penal Internacional, junto al de otros periodistas palestinos también víctimas de la represión israelí.

Una pionera

A pesar de cubrir uno de los conflictos que más debate y división genera en el mundo, Shireen era muy respetada por colegas y el público en general que destacaba su serenidad y humanidad para abordar temas muchas veces trágicos. 

Había nacido en 1971 en el Este de Jerusalén (ocupada por Israel desde 1967) en una familia cristiana. Estudió en la universidad jordana de Yarmouk y fue fundadora de la radio Voz de Palestina, con sede en Ramala, Cisjordania.

También trabajó para el Consejo Administrativo de la Iniciativa Palestina para el Diálogo Global y Democracia, una organización sin fines de lucro, y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina.

En retrospectiva, su llegada a Al Jazeera en 1997 fue un punto de inflexión. «Fue una de las primeras mujeres árabes en ser corresponsal de guerra a finales de los años 90, cuando el papel tradicional de las mujeres en la televisión era presentar las noticias en un estudio», escribió Dima Khatib, otra periodista de la cadena, en Twitter. “Fue una de las pioneras que rompió los estereotipos de género en el periodismo televisivo. Su valentía siempre ha sido una gran inspiración para todos nosotros”, añadió.

“Shireen ha cubierto la crueldad de la ocupación israelí durante décadas, solo para ser víctima de su absoluta locura sangrienta; locura que pasó toda su vida exponiendo”, escribió Marwan Bishara, otro de sus colegas. Y agregó que “increíblemente humana en medio de un entorno inhumano” fue una reportera “apasionada que reflejaba una mezcla envidiable de amor y dolor por su sufrida patria”.

Israel y la agresión a la prensa

El asesinato de Shireen es la expresión de una práctica corriente por parte de las Fuerzas Armadas israelíes. De acuerdo al Sindicato de Periodistas Palestinos (PJS) 86 trabajadores de prensa han sido asesinados en los territorios ocupados desde 1967 y 50 desde el año 2000.

“Diría que tengo poca o ninguna confianza en la investigación” por parte de Israel, dijo a Al Jazeera la directora de noticias palestinas del medio estadounidense Mondoweiss, Yumna Patel. «Una y otra vez se ha demostrado que las fuerzas israelíes matan sin causa a palestinos, incluidos periodistas, y es extremadamente raro que los soldados, capitanes u oficiales militares rindan cuentas por sus acciones”, dijo.

En la misma línea opinó Omar Shakir, director para Israel y Palestina de Human Rights Watch: “No hay rendición de cuentas por ese tipo de abusos cuando se trata de acciones de las autoridades israelíes”.

El diario Haaretz, uno de los más importantes de Israel, publicó un artículo por el crimen de Shireen en el que remarcó que “las relaciones entre las fuerzas israelíes y los medios de comunicación, especialmente los periodistas palestinos, son tensas”. “Varios reporteros palestinos han resultado heridos por balas de goma o gases lacrimógenos mientras cubrían manifestaciones en Cisjordania. Un periodista palestino en Gaza fue asesinado a tiros por las fuerzas israelíes mientras filmaba protestas violentas a lo largo de la frontera en 2018”, escribió el periodista Jack Khoury.

El medio de comunicación también recordó que en noviembre de ese año Rashed Rashid, reportero de la agencia estadounidense Associated Press, “estaba cubriendo una protesta cerca de la frontera de Gaza cuando recibió un disparo en el tobillo izquierdo, aparentemente por fuego israelí”. Rashid “vestía equipo de protección que lo identificaba claramente como periodista” y se encontraba con “una multitud de otros periodistas a unos 600 metros de distancia de la frontera israelí cuando fue alcanzado” sin embargo los militares “nunca han reconocido el tiroteo”.

Finalmente durante 2021, cuando Israel bombardeó la Franja de Gaza, un ataque aéreo destruyó el edificio que albergaba las oficinas de The Associated Press y Al Jazeera. “Israel dijo que Hamas estaba usando el edificio como centro de comando, pero no proporcionó evidencia”, concluyó Khoury.

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