Durante la última semana la dirigente social Milagro Sala, detenida desde enero de 2016, fue internada de urgencia por una trombosis. Aún estando en terapia intermedia, el gobierno y la justicia de Jujuy enviaron personal policial con armas a la vista para custodiarla.
En ese contexto, el presidente Alberto Fernández viajó a la provincia gobernada por el radical Gerardo Morales, para visitarla. Alejandro “Coco” Garfagnini, referente de la organización Tupac Amaru, consideró esto como un gesto “enorme en humanidad y en sensibilidad”. Y si bien recordó que él tiene una posición muy crítica con el gobierno tuvo que reconocer “que lo que hizo yendo a Jujuy fue muy valiente”.
– ¿Cómo está Milagro de salud en este momento? ¿Cuál es su estado de ánimo?
– La situación al día de hoy (viernes) es que está estable. Van a pasar por lo menos cuatro o cinco días más evaluando cómo evoluciona la medicación y el tratamiento anticoagulante. Y después de eso le harán una serie de estudios para ver si los coágulos se diluyeron, en ese caso estaremos todos mucho más tranquilos.
Si los dos coágulos no se disuelven, ahí el equipo médico va a evaluar que hace. Una de las posibilidades es la intervención quirúrgica para extraerlos.
Milagro no está bien de ánimo. Está cansada porque ha recibido y sigue recibiendo hostigamiento hasta en terapia intermedia. No la dejan de torturar, porque hay tortura psicológica permanente. Ni siquiera en el momento de su internación más grave la dejan tranquila. Es algo tremendo.
– ¿Qué análisis hacen desde la Tupac de la visita de Alberto?
– La verdad es que para nosotros fue un gesto enorme lo que hizo Alberto yendo a ver a Milagro. Enorme en humanidad y en sensibilidad.
Los editorialistas de la derecha verán en esa visita a un presidente impotente de poder liberar a una persona a la cual considera él mismo una presa política. Y sobre todo en una provincia gobernada por un fascista que se empecina a mantenerla detenida y hace las barbaridades y atrocidades que hace con Milagro y con el resto del movimiento popular jujeño.
Quizás en un aspecto netamente de cálculo tengan razón, quizás es la foto de la impotencia porque Milagro va a seguir detenida a pesar de esto. En otras etapas históricas, quizás se hubiera alcanzado para que esté en libertad, pero no estamos viviendo otra etapa, estamos viviendo esta.
Para mí fue la foto de la fortaleza. Nosotros creemos que la humanidad y la sensibilidad deberían ser, o son, parte fundamental del accionar de un dirigente político. Y creo que a Alberto lo fortaleció la ida a ver a Milagro porque conectó con lo más sensible de nuestro pueblo, con la emoción, con la humanidad, con la sensibilidad, con la ternura. Eso es fundamental.
Y creo que es parte de lo que la política perdió en general en estos años. Está más parecida a un matadero que a otra cosa, y eso nuestro pueblo lo percibe y lo aleja. Creo que es uno de los aspectos por el cual hoy se vive una crisis de representación política importante.
Generalmente nuestro pueblo no elige a sus dirigentes por un 100% de racionalidad. Se enamora de su dirigentes, de los que se parecen a su pueblo. Y es fundamental la conexión humana y sensible para eso.
Creo que Alberto logró eso, quizás sin darse cuenta. Generó dentro de toda la militancia del Frente de Todos una importante interpelación con ese gesto. Creo que él después de la visita se habrá dado cuenta.
Todo esto lo digo desde un lugar de ser un compañero que tiene una posición muy crítica. Hemos construido espacios sociales y políticos como el Encuentro Patriótico con un fuerte cuestionamiento al gobierno, porque creemos que no ha llevado en estos años el mandato que le dio nuestro pueblo en 2019.
Y creo que la crisis del Frente de Todos expresa eso, expresa que en realidad vinimos a administrar un modelo que se instaló en Argentina en el gobierno macrista. No vinimos a transformar el modelo del macrismo.
– ¿Cuáles son las críticas o los cuestionamientos que le hacen al gobierno?
– Si uno utilizará para esta visita la frase del Che que dice que hay que endurecerse sin perder la ternura, creo que Alberto logró el 50%. Transmitió mucha ternura, mucha humanidad y mucha sensibilidad pero le falta endurecerse. Le falta endurecerse con los fascistas como Gerardo Morales; con los monopolios que gobiernan la Argentina y que son el poder real; con los bancos; con las siete agroexportadoras que hacen lo que quieren y que son dueños de los puertos, de los granos y de los ríos; con la Asociación Empresaria Argentina. Le falta endurecerse con los más poderosos.
Y si se endurece con ellos y confronta, le va a ir bien. Porque nunca le fue mejor a nuestro pueblo, que cuando enfrentamos al poder real, al poder económico, el poder monopólico. Lo enfrentamos con Perón y nuestro pueblo pasó años felices. Lo enfrentamos con Néstor, y también nuestro pueblo pasó años felices. Cuando no lo enfrentamos y queremos congraciarnos con ellos a nuestro pueblo le va mal.
Así que este balance y este elogio Alberto, lo digo desde un lugar de mucha crítica a su gobierno y se lo dije además en forma privada. Reconozco que también valoró la crítica y, nobleza obliga, tengo que reconocer que lo que hizo yendo a Jujuy fue muy valiente. Y que esperamos de él más actos de valentía como estos. Respecto a Milagro y respecto a los problemas que está pasando en nuestro pueblo.
– ¿Recibieron otros apoyos de integrantes del gobierno nacional?
– Apoyo recibimos de algunos integrantes del gobierno nacional que estuvieron con nosotros peleando la libertad de Milagro durante los cuatro años del macrismo. Ahí le tengo que agradecer a Hugo Yasky, a Pablo Moyano, al Tano Catalano, a la Corriente Federal de los Trabajadores que nos acompañaron siempre en los peores momentos.
También agradecerle al movimiento de Derechos Humanos que siempre estuvo al lado nuestro, a pesar de que son compañeros grandes con dificultades físicas producto de su edad. Pero siempre estuvieron en la vanguardia.
Agradecerle a Eli Gómez Alcorta, a Jorge Taiana, a las organizaciones del Frente Milagro Sala que acamparon con nosotros en Plaza de Mayo en reiteradas oportunidades. A los curas de la opción por los pobres.
Todo ese conglomerado con el que nos sentimos compañeros desde 2016 y que nos rodearon con una solidaridad enorme. Eso nos unió para siempre. Cuando están con vos en los peores momentos, ahí se vé quién es compañero y quien no.
Después aparecieron algunos a último momento, pero eso siempre pasa. Por ahí antes tenían unos compromisos y ahora tienen otros. Pero bueno, también los recibimos porque somos humildes y agradecemos a todos, pero fundamentalmente quiero agradecer a los que estuvieron desde 2016. Ese es el apoyo que nos parece valioso y con quienes queremos seguir caminando siendo parte del movimiento popular.
– Desde que asumió el Frente de Todos, varias veces se ha planteado la necesidad de que el gobierno nacional actúe de manera más contundente para lograr la libertad de Milagro ¿Que consideran que puede hacer el Ejecutivo en este sentido?
– Me gustaría reformular la pregunta: qué podría hacer el Ejecutivo no, qué podría ser el Frente de Todos en los distintos ámbitos institucionales que ocupa. Creo que la falta de acción de nuestro espacio político para lograr la libertad de Milagro es algo transversal, no es algo solamente compete al Poder Ejecutivo. Alberto jugó la carta que tenía el otro día yendo a Jujuy y tiene que seguir jugando otra carta que es más importante todavía que es la presión política sobre Gerardo Morales. Él sabe a lo que me refiero.
Pero creo que el resto del Frente de Todos tiene que acompañar y tiene que avanzar también porque le caben responsabilidades. Tenemos un proyecto de intervención de la Justicia de Jujuy en el Senado de la Nación y ese proyecto debería salir urgente. Todos los senadores se tienen que poner a trabajar para aprobar ese proyecto. Y ahí tenemos mayoría en el Senado. La teníamos hace dos años cuando se presentó el proyecto. Hoy estamos más complicados, pero me parece que es un proyecto que podría salir perfectamente.
Tenemos que jugar fuerte en la Cámara de Diputados también. No hay que permitir acuerdos con el carcelero para votar leyes. A mí me parece inmoral acordar que los diputados de Morales voten con nosotros en función de negociaciones. Con el carcelero no se negocia, con el tipo que tortura a los compañeros no se negocia. No hay que cruzar esa raya. Cuando la cruzamos nos debilita como espacio político, debilita a la militancia moralmente. Por eso también tienen que jugar los compañeros que son diputados.
Todos todos tenemos que jugar en el Frente de Todos: los gobernadores, el movimiento obrero. Hay que jugar transversalmente porque es un problema de la democracia lo de Milagro, ni siquiera del Frente de Todos. Si los partidos que tienen siglas republicanas ejercieran el republicanismo, estarían apoyando la intervención de la provincia de Jujuy. Porque ahí sí que no hay Estado derecho y no hay republicanismo.
Que haya un tipo en Argentina que, ostentando su rol institucional de gobernador, decida qué persona va presa, cuánto y dónde, es un problema serio de la democracia. Cualquier persona que tenga algún grado de sentido democrático debería repudiarlo.
– Si bien en parte ya lo respondiste ¿qué acciones concretas se pueden impulsar desde el campo popular?
– Ahora vamos a ir a una gran marcha el viernes 8 de julio para lograr la intervención de la Justicia de Jujuy. Al menos que el Senado trate de manera urgente el proyecto y se logre la media sanción. Esa es una acción concreta.
– Más allá que el caso más emblemático es el de Milagro, sabemos que la persecución política en la provincia de Jujuy se ha vuelto una constante desde que Gerardo Morales es gobernador, sin embargo desde Buenos Aires se lo ha presentado muchas veces como un opositor “sensato” ¿Qué opinás de esta mirada que se intenta instalar?
– No entiendo por qué en muchos de nuestros dirigentes está este criterio de que se creen que son más democráticos porque son gentiles y complacientes con el enemigo. Creyendo que el enemigo te va a reconocer algo, mientras ningunean y maltratan a los propios, eso abunda en el Frente de Todos. No entiendo por qué, debe ser algún componente psicológico. Deben querer parecerse más al enemigo que a nuestro pueblo y cuando los dirigentes no se parecen a su pueblo están en problemas.
Algunos espacios del Frente de Todos han cruzado esa línea. Es conocido y no es parte de un análisis, sino que es información. A mí me lo han dicho diputados que han transitado con nosotros la lucha del 2016 hasta esta parte y son compañeros: hay un sector del Frente de Todos que negocia los votos de Morales en la Cámara de Diputados para aprobar leyes.
Creo que cualquier peronista de bien jamás podría negociar con la cárcel, ni con la sangre de los compañeros. Jamás negociaría con los que torturan y encarcelan a nuestros compañeros. Pero eso sucede y es un dato de la realidad. Si haces eso después tenés que definir a tu enemigo como un tipo sensato.
También hay sectores del Frente de Todos que ya han acordado con Gerardo Morales y creen que puede intentar romper Cambiemos en su rol de presidente de la UCR Nacional e ir con una fórmula propia en 2023. Creo que eso no nos favorece, porque esos acuerdos lo que hacen es romper la moral militante de nuestro movimiento popular. Nos debilita como movimiento popular un espacio político que negocia este tipo de cosas con el carcelero de los propios compañeros. Una cosa de locos.
Pero esto también es real, dirigentes que interpretan que la política es un cálculo matemático de los votos y lo hacen. Aquí estamos y aquí está la crisis de representación política en general, y en particular la del Frente de Todos.
Y después hay otros dirigentes que creen que de esta crisis que está pasando la política en Argentina se sale con un acuerdo de los sensatos. Y cuando definen sensatos, definen ese sector de dirigentes políticos que vive de la política hace muchos años, que cambia figuritas entre opositores y oficialistas. Hasta sueñan con alguna fórmula de la sensatez o de la Unidad Nacional tratando de juntar una fórmula anti grieta. La verdad que me repugnan.