Al viernes 12 de agosto las y los trabajadores del Diario Popular no habían recibido un solo peso de su salario correspondiente al mes de julio. Días antes habían terminado de cobrar el aguinaldo y el sueldo de junio que fue abonado en varias cuotas.
Frente a esta situación que, con altibajos, lleva ya más de dos años, las y los trabajadores vienen llevando adelante distintas acciones como paros, retenciones de tareas y actos frente a la sede del medio de comunicación. La respuesta de la empresa fue suspender a cuatro empleados, incluido el delegado del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), Juan Manuel Lazzarino.
“Las sanciones se tomaron en respuesta a las medidas que tomamos los y las trabajadoras de Diario Popular que no queremos ser cómplices de este ajuste sistemático”, sostuvo el dirigente sindical en diálogo con Primera Línea. Entre las formas de protesta, resolvieron “solo confeccionar, editar o corregir un máximo de dos notas por persona”. “La empresa alegó que eso era un no cumplimiento de las funciones desconociendo que se daba en el marco de un plan de lucha que se origina en sus propios incumplimientos”, añadió.
Lazzarino describió un escenario de “crisis constante” ya que desde hace más de dos años la empresa que dirige Francisco Fascceto paga los salarios con demora, en cuotas, sin realizar el aporte a la obra social, ni la aseguradora de riesgos de trabajo (ART). A esto se sumaron ahora las suspensiones que profundizan la gravedad de la situación.
“Esto no es más que una clara actitud persecutoria, es una medida antisindical llevada adelante por el mismo Fascetto”, subrayó el delegado del SiPreBA. Y contó que “los distintos estamentos de la empresa” confirmaron que le manifestaron al director del diario “que no lleve a cabo las suspensiones y avance con esta respuesta despótica”.
Ante esta novedad, el miércoles 10 de agosto se realizó un paro de 24 horas en Diario Popular y desde el sindicato aseguraron que continuarán tomando medidas hasta que la empresa cumpla sus obligaciones.
“Estamos tratando de desarrollar un plan de lucha que implique dar a conocer la situación, sobre todo a aquellos que asignan pauta en la Nación, en Provincia de Buenos Aires y en los municipios, para que empiecen a sentar sobre la mesa las condiciones de asignación”, puntualizó Lazzarino. “Es evidente que todos los gobiernos pueden llegar a tener un [Sergio] Spolski y Francisco Fascetto puede ser el Spolski de este gobierno”, remarcó recordando al empresario que encabezaba el Grupo 23 durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y que de un día para el otro desapareció dejando a centenares de trabajadores en la calle.
“Duele ver que, ante los ojos de los que están a cargo del gobierno, pase esto con naturalidad y no le hagan un llamado a los empresarios diciéndoles que no les pueden dar más pauta si continúan contratando y pagando en estas condiciones tan precarias”, concluyó el dirigente.