“Cuando el corazón empuja es más que cualquier preparación física”, dijo Paulina Gramaglia después de una remontada histórica en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Esta frase resume a la perfección lo que fue una jornada inolvidable frente a Sudáfrica, que terminó en un empate 2 a 2 y que dejó muchas ilusiones por delante.
La Selección argentina no para de sorprendernos en esta Copa del Mundo. Ya demostró en el debut con Italia que el fútbol sudaca no tiene nada que envidiarle al europeo y ahora la garra pudo más que la velocidad africana.
Por la segunda fecha del Mundial femenino de fútbol, Argentina se enfrentó con Sudáfrica en un partido muy intenso de principio a fin. Ya sabemos que históricamente nuestro país sufre para después festejar pero cuidado con los corazones, muchachas.
Respecto al equipo que salió contra Italia hubo un solo cambio para enfrentar a las africanas, Paulina Gramaglia por Romina Núñez. Para esta ocasión, Germán Portanova buscó ser más ofensivas para llegar al gol lo antes posible. Y aunque hubo varias situaciones, lamentablemente la suerte no acompañó.
Aldana Cometti, fundamental en la defensa Argentina. Crédito: Stefania León
Tal es así, que el gol de Linda Mothalo para Sudáfrica llegó por un error defensivo y debió chequearse en el VAR la posición adelantada. A partir de ahí, a la albiceleste le costó bastante sostener el buen juego que venía haciendo.
Ya para el segundo tiempo el cuerpo técnico decidió el ingreso de Núñez y ahí comenzó la épica. Yamila Rodríguez también hizo de las suyas y acomodó la delantera rápidamente, lo que generó a una Florencia Bonsegundo más suelta y confiada, tal como la necesitamos.
Thembi Kgatlana fue letal para la Argentina. Con su rapidez e inteligencia se filtró bastante en el área y generó varias complicaciones para Vanina Correa. A los 65′, definió el 2-0 después de un mal cierre de de Aldana Cometti y ahí la pantalla se nos puso en negro.
No solo la Selección perdía, también estaba más lejos la posibilidad de ganar por primera vez en una Copa del Mundo. Cabe destacar que Argentina nunca ganó en un Mundial de la FIFA y la victoria es el principal objetivo de este equipo.
Paulina Gramaglia estuvo desde el arranque del partido. Crédito: Stefania León
Pero ahí, en ese momento más oscuro del partido, apareció Sophie Braun, la futbolista que nació en Estados Unidos y se nacionalizó para representar a la Argentina. A los 73′, desde afuera del área pegó un zapatazo que viajó a casi 90 km y terminó adentro del arco, lo que determinó el 2-1 y las ganas de seguir buscando.
La mano del técnico y la pasión de nuestras jugadoras demostraron una vez más que Argentina da pelea hasta el último minuto. El ingreso de Núñez tampoco fue casualidad, tenía que estar adentro del área para cabecearla y meter su primer gol mundialista. Y gracias a eso, el 2-2 dio un respiro para seguir adelante, con confianza.
Romina Núñez marcó su primer gol en un Mundial. Crédito: Stefania León
Mientras las sudafricanas seguían corriendo, las argentinas recibían aire del aliento que mandaba la tribuna. Buscaron y generaron la épica. Con este empate, la Selección logró igualar la mejor participación en un Mundial, la de Francia 2019, y todavía va por más.
Ahora se viene el partido más importante de todos, contra la peligrosa Suecia. Pero elegimos creer. Porque la primera victoria mundialista está cerca, se siente. Es cuestión de tiempo. El miércoles 2/8 será la última presentación por la fase de grupos y estas muchachas nos vuelven a ilusionar.
Yamila Rodríguez junto a la hinchada argentina. Crédito: Stefania León